Artista: Joan Manuel Serrat
Lugar: BarclayCard Center Madrid ( Av. Felipe II, s/n, Madrid)
Fecha: 20 septiembre 2015
Por motivos de salud se habían suspendido los conciertos programados para el pasado mes de mayo; y es por ello que Joan Manuel Serrat llegaba a Madrid para resarcirse de aquello y para ofrecer al publico madrileño la gran noche que hace 4 meses no pudo dar. «Ara que encara tinc força, que no tinc l’ànima morta i em sento bullir la sang» («ahora que aún tengo fuerzas, que no tengo el alma muerta y siento la sangre hervir») debió pensar el cantautor catalán cuando subió anoche al escenario del BarclayCard Center de Madrid. «Ara que em sento capaç
de cantar si un altre canta, avui que encara tinc veu» («ahora que me siento capaz de cantar si otro canta, hoy que aún tengo voz») oía Serrat en las grandes ovaciones que el público le brindaba al de Poble Sec tras cada canción. Y así, con la fuerza desmesurada de aquel chaval de algo más de veinte años que hace cinco décadas se subía a un escenario por primera vez, y la voz, algo débil y ajena a la intensidad de épocas pasadas, sujetando contra el viento la bandera invisible del sentimiento, comenzó Joan Manuel el primero de los dos recitales en Madrid. Y el público en pie.
«Vull cantar a l’amor. Al primer. Al darrer. Al que et fa patir. Al que vius un dia» («quiero cantar al amor. Al primero. Al último. Al que te hace sufrir. Al que vives un día») y las cuerdas de la guitarra junto con las teclas del piano que acompañaban al catalán en canciones como Tu nombre me sabe a hierba, Cançó de cuna, Lucía (junto a Abel Pintos), Señora (junto a Dani Martín), No hago otra cosa que pensar en ti, M’en vaig a peu, Es caprichoso el azar (junto a la la maravillosa voz de Pasión Vega) o Paraules de amor, siendo esta última uno de los momentos más emocionantes de la noche cuando desde bambalinas apareció Ana Belén para cantar en catalán junto a Serrat tan precioso tema. Y el público en pie.
«Vull cantar a les pedres, la terra, l’aigua, al blat i al camí que vaig trepitjant. A la nit, al cel, a aquest mar tan nostre i al vent que al matí ve a besar-me el rostre» («quiero cantar a las piedras, la tierra, al agua, al trigo y al camino que voy pisando. A la noche, al cielo, a este mar tan nuestro y al viento que por la mañana viene a besarme el rostro») y tanta lírica para hablar de esa gente que no merece ser cantada en Algo personal (con un cambio de letra en las últimas estrofas, Serrat incluyó en su tema a los que recortan y ahogan económicamente al pueblo). La ironía en Disculpe el señor. La poesía hecha canción en Para la libertad y Cantares. La apología de la emoción y de la hermosura en Pueblo Blanco. La complicidad artística y personal entre Serrat y Sabina en Cuenta conmigo. El Mediterráneo inundando el BarclayCard Center con todo el público en pie. Hoy puede ser un gran día en el final del concierto y una emocionante Fiesta cantada entre todos: Serrat, Sabina, Dani Martín, Abel Pintos, Ana Belén y Pasión Vega. Y el público en pie.
Una gran noche. Poesía, música, humor y sobre todo una gran dosis de sensibilidad. También sorpresas: alguna esperables, otras desgarradoramente emocionantes. Algún desencuentro también: un sonido malo en el pabellón (con mucho eco) y una banda un poco escasa para estar a la altura del evento (se echaba de menos algunos músicos más, por ejemplo a los metales, y sobraba tanto arreglo desde el órgano de Josep Mas). Y sobre todo el público en pie. Jóvenes de veinte años, jóvenes de los de hace veinte años que tienen veinte años y jóvenes de los de hace veinte años que dijeron que hacía veinte años que tenían 20 años. Jóvenes todos porque cuando Serrat canta el público se transporta a ese lugar (pasado, presente o futuro) donde el amor y la belleza detienen el tiempo. Jóvenes todos. Todos en pie. Jóvenes como el Serrat de hace 50 años. Jóvenes como el Serrat de anoche. Jóvenes diciéndole a Serrat en cada aplauso «ara que fas que tinguem 20 anys»